Hace unos días que he estado con una fuerte necesidad de tiempo de oración extra al que ya dedico normalmente. La oración siempre ha sido remedio para mí en las pruebas y tribulaciones, incluso cuando estuve muy alejado de Dios en algún momento de mi vida la oración siempre fue el lugar de último recurso donde encontrar la paz, el lugar donde Dios me daría su mano.
No sé muy bien cual habrá sido el motivo pero he sentido una fuerte inspiración a hacer la corona de los siete dolores de María Santísima y tengo que decir que no conocía esta oración y que la he hecho del todo gratuitamente sin esperar nada a cambio.
Sin embargo la oración inicial finalizaba así:
Que pueda contemplar los dolores que se proponen en esta Corona, y pueda obtener las gracias prometidas a los que practican este ejercicio. Amén.
Al paso de los días me he ido preguntando cuál serían estas gracias prometidas y cuál ha sido mi sorpresa al buscarlas en internet y saber lo afortunado que es el que reza con devoción la Corona de los siete dolores a María Santísima.
Copio aquí la historia de esta devoción, la oración misma y las promesas de esta santa oración.
La Virgen comunicó a Santa Brígida de Suecia (1303-1373):
«Miro a todos los que viven en el mundo para ver si hay quien se compadezca de Mí y medite mi dolor, mas hallo poquísimos que piensen en mi tribulación y padecimientos. Por eso tú, hija mía, no te olvides de Mí que soy olvidada y menospreciada por muchos. Mira mi dolor e imítame en lo que pudieres. Considera mis angustias y mis lágrimas y duélete de que sean tan pocos los amigos de Dios.»
Nuestra Señora prometió que concedería siete gracias a aquellas almas que la honren y acompañen diariamente, rezando siete Ave Marías mientras meditan en sus lágrimas y dolores con la Corona de los siete dolores a María Santísima.
Promesas de la Corona de los siete dolores a María Santísima:
1. «Yo concederé la paz a sus familias.»
2. «Serán iluminadas en cuanto a los divinos Misterios.»
3. «Yo las consolaré en sus penas y las acompañaré en sus trabajos.»
4. «Les daré cuanto me pidan, con tal de que no se oponga a la adorable voluntad de mi divino Hijo o a la salvación de sus almas.»
5. «Los defenderé en sus batallas espirituales contra el enemigo infernal y las protegeré cada instante de sus vidas.»
6. «Les asistiré visiblemente en el momento de su muerte y verán el rostro de su Madre.
7. «He conseguido de mi Divino Hijo que todos aquellos que propaguen la devoción a mis lágrimas y dolores, sean llevadas directamente de esta vida terrena a la felicidad eterna ya que todos sus pecados serán perdonados y mi Hijo será su consuelo y gozo eterno.»
Según San Alfonso María Ligorio, Nuestro Señor reveló a Santa Isabel de Hungría que Él concedería cuatro gracias a los devotos de los dolores de Su Madre Santísima:
1. Aquellos que antes de su muerte invoquen a la Nuestra Señora de los Dolores, obtendrán una contrición perfecta de todos sus pecados.
2. Jesús protegerá en sus tribulaciones a todos los que recuerden esta devoción y los protegerá muy especialmente a la hora de su muerte.
3. Imprimirá en sus mentes el recuerdo de Su Pasión y tendrán su recompensa en el cielo.
4. Encomendará a estas almas devotas en manos de María, a fin de que les obtenga todas las gracias que quiera derramar en ellas.
Las oraciones de la Corona de los siete dolores de María Santísima:
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
Acto de Contrición Señor mío, Jesucristo, me arrepiento profundamente de todos mis pecados. Humildemente suplico Tu perdón y por medio de Tu gracia, concédeme ser verdaderamente merecedor/a de Tu amor; por los méritos de Tu Pasión y Tu muerte y por los dolores de Tu Madre Santísima. Amén.
Oración de ofrecimiento Dios mío, te ofrezco esta santa corona de los dolores principales de María, para mayor gloria vuestra, y para venerar a María Santísima, meditando y compartiendo en Ella sus dolores. Alcánzame la gracia del perdón de mis culpas y una verdadera disposición para obtener el fruto de las indulgencias concedidas a esta corona.
Primer dolor: Me compadezco Señora, de Ti, por el dolor que sufriste cuando escuchaste la profecía de Simeón, cuando te dijo que la Pasión de tu Hijo sería una espada de dolor que atravesaría Tu corazón.
Padre nuestro, avemaría y gloria.
Segundo dolor: Me compadezco Señora, de Ti, por el dolor que sufriste en el destierro de Egipto, prueba y necesidad de aquel largo camino.
Padre nuestro, avemaría y gloria.
Tercer dolor: Me compadezco Señora, de Ti, por el dolor que sentiste cuando perdiste a tu Divino Hijo en Jerusalén por tres días.
Padre nuestro, avemaría y gloria.
Cuarto dolor: Me compadezco Señora, de Ti, por el dolor que sentiste cuando encontraste a tu Hijo con la cruz a cuestas camino del Calvario, con escarnios, injurias y caídas.
Padre nuestro, avemaría y gloria.
Quinto dolor: Me compadezco Señora, de Ti, por el dolor que sentiste cuando viste morir a tu Hijo clavado en una cruz entre dos ladrones.
Padre nuestro, avemaría y gloria.
Sexto dolor: Me compadezco Señora, de Ti, por el dolor que sufriste al recibir en vuestros brazos el cuerpo de Tu Santísimo Hijo, cubierto de sangre de tantas llagas y heridas.
Padre nuestro, avemaría y gloria.
Séptimo dolor: Me compadezco Señora de Ti, por el dolor que sentiste en tu soledad, cuando dejaste el cuerpo de tu Hijo en el sepulcro.
Padre nuestro, avemaría y gloria.
3 Avemarías por las lágrimas de María y una Salve.
Oración final: ¡Oh Doloroso e Inmaculado Corazón de María, morada de pureza y santidad, cubre mi alma con tu protección maternal a fin de que siendo siempre fiel a la voz de Jesús, responda a Su amor y obedezca Su divina voluntad! Quiero, Madre mía, vivir íntimamente unido a tu Corazón que está totalmente unido al Corazón de tu Divino Hijo. Átame a tu Corazón y al Corazón de Jesús con tus virtudes y dolores. Protégeme siempre. Amén.
Adjunto el audio de los siete dolores de la Virgen María del devocionario que tengo yo y que cada día rezo.
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Sobre el autor de este artículo: Me llamo Marc soy un Joven de san José de Barcelona y trabajo en la web de Tekton.