Lourdes Renace: Las Piscinas del Santuario Reabren Tras Cuatro Años
El Santuario de Nuestra Señora de Lourdes, uno de los sitios religiosos más emblemáticos y visitados del mundo, ha dado un paso significativo hacia la normalidad con la reapertura de sus icónicas piscinas, tras cuatro años de cierre. Este acontecimiento, largamente esperado por devotos y peregrinos de todo el mundo, marca un hito en la recuperación del santuario tras los desafíos presentados por la pandemia y otras restricciones.
Un Retorno Esperado
El Padre Sébastien Anthony, presidente de la peregrinación nacional, expresó su satisfacción y alivio ante este esperado retorno. En declaraciones a una emisora de radio francesa, describió la reapertura como «un regreso a la normalidad», un sentimiento compartido por los miles de enfermos, personas con discapacidad y voluntarios que, año tras año, acuden al santuario en busca de consuelo espiritual y sanación física.
Según informes de Europe 1, aunque inicialmente se había informado que las piscinas abrirían a finales de año, la noticia de su reapertura completa esta semana sorprendió gratamente a los fieles. Este anuncio llega en un momento crucial, coincidiendo con la 151ª peregrinación nacional de Francia para la Solemnidad de la Asunción de la Santísima Virgen María, un evento que tradicionalmente atrae a decenas de miles de peregrinos.
La Reapertura y la Peregrinación Nacional
La Solemnidad de la Asunción, que se celebra del 12 al 16 de agosto, es una de las fechas más importantes en el calendario del santuario. Este año, se espera que más de 30 mil peregrinos acudan a Lourdes, una cifra que subraya la devoción continua hacia este lugar sagrado, a pesar de las dificultades recientes.
Durante estos días, las piscinas estarán abiertas desde las 7:30 a.m. hasta las 8:00 p.m., permitiendo que una gran cantidad de peregrinos participe en las inmersiones, un acto que simboliza la purificación y la renovación espiritual. Para facilitar este proceso, más de 3.000 voluntarios se han movilizado, asegurando que todos los visitantes puedan acceder a los baños y participar en las procesiones que forman parte integral de la experiencia de Lourdes.
El Padre Anthony resaltó el esfuerzo colectivo detrás de esta reapertura, subrayando que «nuestros equipos se han movilizado para hacer esto posible, para que podamos acoger a los enfermos y a los peregrinos con dignidad». Estas palabras reflejan el compromiso del santuario con su misión de servir como un refugio espiritual para aquellos que buscan alivio y esperanza.
Un Santuario con Historia
El Santuario de Lourdes tiene una larga y venerada historia que se remonta a 1858, cuando una joven campesina, Bernadette Soubirous, presenció 18 apariciones de la Virgen María en la gruta de Massabielle. Durante la novena aparición, la Virgen instruyó a Bernadette a «beber de la fuente y lavarse allí», lo que llevó al descubrimiento de un manantial que se ha convertido en símbolo de sanación para millones de personas.
Desde entonces, el agua del manantial ha sido asociada con numerosos milagros y curaciones. De hecho, el Comité Médico Internacional de Lourdes ha certificado hasta la fecha 70 curaciones como «inexplicables en base al conocimiento médico actual». Estas historias de fe y recuperación han contribuido a que el santuario sea uno de los lugares de peregrinación más visitados del mundo, atrayendo a más de 5 millones de personas cada año.
El Impacto de la Reapertura
La reapertura de las piscinas no solo es un signo de esperanza para los peregrinos, sino que también representa un renacimiento para el santuario, que ha enfrentado momentos difíciles en los últimos años. La pandemia de COVID-19, junto con otras restricciones, llevó al cierre temporal de muchos de sus servicios, incluyendo las piscinas, lo que afectó profundamente a la comunidad global de devotos que ve en Lourdes un lugar de refugio y sanación.
Con las piscinas nuevamente en funcionamiento, Lourdes reafirma su papel como un lugar donde la fe y la esperanza se entrelazan, ofreciendo a los peregrinos la oportunidad de experimentar la espiritualidad y la comunidad en su máxima expresión.
En este contexto, el regreso de los baños no solo simboliza un retorno a la normalidad, sino que también revitaliza el espíritu de todos aquellos que consideran a Lourdes un segundo hogar. Para los miles de fieles que participarán en la peregrinación nacional de este año, la posibilidad de sumergirse en las aguas del santuario será, sin duda, un momento de profunda emoción y renovación.
El Santuario de Lourdes, con su rica historia y su continua relevancia en la vida de millones de personas, sigue siendo un faro de fe en tiempos de incertidumbre, un lugar donde el pasado y el presente se encuentran, y donde el poder de la creencia en lo divino continúa tocando vidas.
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